Te ha pasado alguna vez que lees una reseña de un libro y terminas más confundido que antes. O que alguien te dice «este libro es malísimo» y luego descubres que, en realidad, solo era una opinión personal disfrazada de reseña.
Sí, a mí también. Por eso hoy quiero hablar de la —a veces controvertida— diferencia entre una reseña y una opinión personal.
Porque, aunque parezcan lo mismo, no lo son. Y entender esa diferencia nos puede cambiar por completo cómo elegimos (y por ende disfrutamos) los libros.
Vamos a empezar por lo que es más obvio:
Una opinión personal es eso: personal.
Es un «me gustó» o «no me gustó» que surge de tus gustos, tus experiencias y tu conexión (o falta de ella) con el libro. Es subjetiva, íntima y muchas veces emocional.
Por ejemplo, puedo decirte que un libro no me gustó porque el protagonista me recordaba a mi ex y eso me sacaba de la historia. ¿Es válido? Claro. ¿Es útil para ti? Depende. Porque, a menos que tú también tengas un ex que te saca de quicio, esa opinión no te sirve de mucho.
Ahora, una reseña es otra cosa:
Una reseña es un análisis que va más allá del gusto.
La reseña no se queda en el «me gustó» o «no me gustó». Sino que intenta analizar el libro desde una perspectiva más amplia: ¿Qué hace único a este libro? ¿Cómo está construida la trama? ¿Los personajes son profundos o planos? ¿El estilo de escritura es fluido o denso?
Una buena reseña no solo te dice si a alguien le gustó el libro, sino que te da herramientas para que puedas decidir si a ti también podría gustarte o no. Es como un mapa: no te dice adónde ir, pero te ayuda a orientarte.
Pongamos un ejemplo. Imagina que alguien dice: «Este libro es aburrido». Eso es una opinión personal. Ahora, si esa misma persona dice: «Este libro tiene un ritmo pausado, con descripciones detalladas que pueden no ser para todos, pero que construyen una atmósfera increíble», eso ya es una reseña. ¿Ves la diferencia entre los comentarios?
El primero (la opinión) te deja en blanco, el segundo (la reseña) te da información útil.
Pero ojo, eso no significa que las opiniones personales no tengan valor. Al contrario, las encuentro fascinantes porque nos muestran cómo un mismo libro puede resonar de maneras completamente diferentes en cada lector.
A mí me encanta escuchar (y compartir) esas impresiones personales, íntimas.
Pero cuando busco una reseña, lo que quiero es algo más analítico, algo que me ayude a entender el libro en sí, más allá de los gustos de quien lo reseña.
Es por eso que, cuando escribo reseñas, siempre trato de equilibrar ambos aspectos. Por un lado, comparto mis impresiones personales: ¿Me emocionó? ¿Me frustró? ¿Me hizo reír? Pero también me esfuerzo en destacar los elementos objetivos del libro: la construcción de los personajes, la originalidad de la trama, la calidad de la prosa, la agilidad del escritor para hacerte entrar en la historia...
Porque, al final, una buena reseña no es solo un desahogo personal; es una herramienta para otros lectores.
Aquí va un consejo no solicitado, si buscas reseñas antes de elegir un libro fíjate en cómo están escritas: ¿Te están dando información útil, o solo están expresando un gusto personal?
Y si eres de los que escribe reseñas, pregúntate: ¿Estoy ayudando a otros lectores a entender este libro, o solo estoy compartiendo mi opinión?
Al final, tanto las reseñas como las opiniones tienen su lugar en el mundo de los libros.
Las opiniones nos conectan como lectores; las reseñas nos guían. Y juntas crean una conversación rica y diversa sobre las historias que nos mueven, nos inspiran y nos cambian.
Y tú, ¿eres más de reseñas detalladas o de opiniones personales? ¿En qué te gusta fijarte para elegir tu próximo libro?
Maravillosa tu reflexión, aclara tanto todo, es genial encontrar a las diferentes partes que conforman, los distintos aspectos de un libro.
Es precioso ,comprender los mecanismos internos,que hacen que tú libro sea o no leido.
Pues no me había parado a pensarlo, la verdad, pero ahora que te leo me doy cuenta de que yo busco una combinación de reseña y opinión personal cuando quiero tener información sobre un libro, o elegir qué leer. Sigo sobre todo cuentas sobre libros en las que después de una extensa reseña, se da una opinión personal, si no me parece que falta algo.