Foto de Joshua Hoehne en Unsplash
¿Te has parado a pensar alguna vez en esas pequeñas palabras que se cuelan en nuestros textos, ahorrándonos espacio y, a veces, quebraderos de cabeza? Sí, hablo de las abreviaturas, esas compañeras fieles de correos electrónicos, algún que otro relato de ficción, mensajes de WhatsApp y hasta documentos serios.
Pero, ¿las usamos bien? ¿Sabemos cuándo sí y cuándo no?
Hoy vamos a desgranar este mundillo para que, la próxima vez que escribáis Ud. o etc., lo hagas con precisión.
Como siempre, empecemos por el principio.
¿Qué es una abreviatura y por qué nos importa?
Según la RAE (esa señora sabia que todos consultamos de vez en cuando), una abreviatura es la «representación gráfica reducida de una palabra o de un grupo de palabras, obtenida mediante un procedimiento de abreviación en el que se suprimen letras finales o centrales, cerrada generalmente con punto y, raramente, con barra».
Vamos, que es una especie de versión compacta de las palabras, un truco lingüístico para ahorrar espacio sin perder significado.
¡Ojo!: no debemos confundirlas con las siglas (como ONU o FIFA), los acrónimos (como láser u ovni) ni con los símbolos (cómo los de medida: kg, g; los puntos cardinales: S o las monedas: €). Cada uno tiene sus propias sus reglas.
Las abreviaturas no solo juegan con sus propias reglas, sino que además —casi sin darnos cuenta— las completamos mentalmente al leerlas.
Así pues, ponte cómodo, respira hondo y abre bien los ojos: que esto tiene su miga. Porque no, abreviar no es cuestión de capricho. ¡También tiene su método!
¿Cómo se forman?
Hay dos métodos básicos para crear abreviaturas:
Por truncamiento: se suprime la parte final de la palabra.
Por ejemplo, doc. por documento, bibl. por biblioteca.
¡Ojo!, los dígrafos como ch, ll y rr se mantienen al hacer la abreviación (párr. por párrafo, fich. por fichero), pero los que incluyen una u muda (como qu, gu) la pierden: izq. por izquierda, sig. por siguiente.
Por contracción: se conservan solo algunas letras clave, normalmente la inicial y alguna del final.
Ejemplos: Sr.por señor, cta. por cuenta, Fdez. por Fernández.
También están aquí las abreviaturas con letras voladas, como n.º por número o 1.º por primero.
¿Qué pasa con el famoso puntito?
Las abreviaturas en español, salvo excepciones, se cierran siempre con punto: pág., Dir., admón.
"Pero, ¿las abreviaturas siempre llevan punto? Pues no siempre. Hay excepciones:
Las que van entre paréntesis no llevan punto: (a) por alias, (i) por interino, (r) por retirado.
Las que usan barra en lugar de punto, como c/ (calle) o c/c (cuenta corriente). Eso sí, sin espacio entre las letras y la barra.
Por cierto, no debe dejarse espacio entre las letras y la barra; además, si la abreviatura se compone de dos letras, el segundo elemento tampoco lleva punto (excepto del marca el final del enunciado).
Ah, es incorrecto el uso conjunto de la barra y el punto: c/. por calle; como tampoco es correcto usar la barra para separar elementos de una única palabra: s/g por según.
Las que llevan letras voladas, el punto va delante de la letra: Sr.ª, 3.er
Mayúsculas y minúsculas: como en la vida misma.
Si la palabra original se escribe con mayúscula —como es el caso de los tratamientos de respeto— la abreviatura también va en mayúscula: Ud. (usted), Ilmo. (ilustrísimo).
Y, si está en minúscula, pues minúscula: párr. (párrafo), izq. (izquierda).
¿Y el plural?
Aquí la cosa se pone interesante (o confusa, depende de cómo lo mires):
Si la abreviatura corresponde a una forma verbal o expresión oracional, el plural se usa igual que en el singular: cp. puede significar compárese o compárense; D. E. P. abarca Descanse en paz y Descansen en paz.
Si la abreviatura se obtuvo por truncamiento y termina en consonante, se añade una -s: pág. → págs., máx. → máxs., pers. → perss..
Aunque algunas presentan plurales irregulares, como cent. (centavo, centésimo) y cént. (céntimo), cuyo plural es cts. y no cents. ni cénts..
Si la abreviatura es una sola letra, obtenida por truncamiento extremo, el plural se expresa duplicándola: ss. por siguientes, EE. UU. por Estados Unidos.
Si se obtuvo por contracción y conserva el final de la palabra original, se aplica la regla general del plural: dptos.por departamentos, admones. por administraciones, Sres. por señores.
Como excepción, Ud. (usted) y ud. (unidad) forman el plural en -s: Uds. (ustedes) y uds. (unidades).
En abreviaturas con letra volada, el plural también se expresa con este tipo de letras: n.º → n.os por números.
Las abreviaturas que no conservan la parte final de la palabra original, forman su plural añadiendo -s: mss.(manuscritos), tlfs. (teléfonos).
Las abreviaturas que se cierran con barra son invariables en plural: d/f por día(s) fecha, g/p por giro(s) postal(es), ch/ por cheque(s).
¡Un lío!, un poco sí, pero con práctica se pilla.
Y, ¿que pasa con el género?
Cuando una palabra abreviada tiene variación de género, esta variación también puede reflejarse en su abreviatura, así:
Si la abreviatura del masculino termina en -o, el femenino se forma sustituyendo esta vocal por una -a: Lcdo. / Lcda. (licenciado / licenciada).
Si el masculino termina en consonante, se añade una -a, volada o no: Dir. → Dir.ª / Dir.a (director / directora).
Algunas abreviaturas son neutras, es decir, sirven tanto para el masculino como para el femenino: Lic. (licenciado / licenciada), izq. (izquierdo / izquierda).
En América Latina, es común usar la a no volada, como en Profa. en lugar de Prof.ª o Prof.a (profesora).
Y, aunque ambas formas son válidas, se recomienda la versión con «a» volada.
Las abreviaturas obtenidas por contracción pueden llevar la a volada o no, aunque hoy es más frecuente el uso de letras no voladas: Sr. → Sra., mejor que Sr.ª (señor / señora).
El punto de la abreviatura y los signos de puntuación
El punto abreviativo no es un signo de puntuación, pero interactúa con ellos de manera particular:
Si la abreviatura está al final de una frase, su punto actúa como punto final. No se añade otro: Un ejemplo sería Consulta las págs. de referencia. o Consulta las págs.
Si después viene una coma, un punto y coma o dos puntos, el punto de la abreviatura se mantiene, seguido del signo de puntuación.
Así sería: Revise el doc., luego lo comentamos; consulte el cód.; ahí está la clave o le indiqué al Sr.: debía asistir hoy.
Si la abreviatura precede a puntos suspensivos, se escriben cuatro puntos en total (el punto de la abreviacion más los tres suspensivos): Consulte el admón.… pero no encontrará cambios.
Es fácil, recuerda no duplicar puntos ni puntuación innecesariamente, pero tampoco los suprimas cuando cumplen una función.
Algunas claves, a modo de resumen, para no perderse
Siempre llevan punto final, salvo algunas excepciones con barra: c/, c/c.
Mantienen la tilde si conservan la vocal tónica: pág. por página, Cía. por compañía.
Se escriben con mayúscula o minúscula según la palabra original: Excmo. Sr. por Excelentísimo Señor, pero pág.por página.
En abreviaturas compuestas (EE. UU., D. E. P.), hay espacio entre los bloques y cada uno lleva punto.
No se deben separar al final de línea. Si no cabe entera, se escribe la palabra completa.
Y, por favor, evita las abreviaturas inventadas.
En un WhatsApp vale poner “xq” o “q”, pero en un informe, un correo profesional o un texto más o menos formal, ni se te ocurra. Las abreviaturas deben ser reconocibles y convencionales, no te inventes tus propias reducciones, que luego no hay quien te entienda.
Antes de usar una abreviatura, ten siempre presente el contexto: es clave, ya que no es lo mismo un mensaje rápido a un amigo que un informe para el trabajo.
Es recomendable, al escribir —sobre todo en contextos formales— no abusar de las abreviaturas. A veces, por ahorrarnos tres letras, se pierde claridad en el conjunto.
Las abreviaturas son útiles y nos pueden facilitar la vida al escribir porque nos permiten ser concisos. Pero, como todas las herramientas, hay que saber usarlas. No es cuestión de cantidad, sino de calidad y de sentido común.
Así que, la próxima vez que teclees una abreviatura, piensa por un momento si cumple las reglas, si es la adecuada para el contexto y, sobre todo, si ayuda a tu lector a entenderte mejor. Porque al final, de eso se trata: de comunicar de forma clara y efectiva.
Me ha encantado