8 Comentarios
Avatar de User
Avatar de Hedissa

Con esta explicación se me han aclarado muchas dudas que tenía sobre el uso de las comillas, gracias por enseñarnos una vez más, Cristina.

Expand full comment
Avatar de Cristina - Entreaquiyahora

@Hedissa, me alegro que te haya gustado la explicación.

Expand full comment
Avatar de Simón Delmar

Siempre aprendo leyéndote.

Gracias por recordarnos que escribir también es “prestar atención”.

Que las palabras no solo se dicen, también se cuidan.

Y que hasta un signo tan pequeño puede tener alma.

Desde ahora, prometo poner más cariño en cada comilla.

Ya sea para abrir un suspiro («qué belleza»),

para subrayar una idea (‘esto es lo importante’),

o para citar con respeto lo que alguien más dejó escrito.

«Las comillas no solo encierran palabras, también encierran emociones, dudas, voces y secretos»

Un abrazo desde esta orilla.

Expand full comment
Avatar de Cristina - Entreaquiyahora

Gracias a ti por tus palabras. Es genial ver cómo una simple publicación puede inspirar un comentario como este.

Expand full comment
Avatar de José Manuel Rivera Castro

El software y el hardware son básicamente, productos anglosajones, por eso las opciones por defecto en preferencias y teclados son las suyas.

Expand full comment
Avatar de Cristina - Entreaquiyahora

Pero eso no es excusa para que no se puedan usar las comillas latinas sin problemas. Todos los sistemas operativos y los teclados de los teléfonos y tablets permiten su uso.

Expand full comment
Avatar de José Manuel Rivera Castro

Por supuesto! Como diseñador y conocedor de tipografía y ortotipografía defiendo y promuevo el uso de las comillas latinas a pesar de que muchas veces tengo que justificar su uso porque no las conocen o las ven raras. Y esto es consecuencia de lo que apuntaba.

Expand full comment
Avatar de Héctor de la Iglesia

Llevo tres días sin dormir después de leer esto.

Mis dedos tiemblan desesperados sobre el teclado, buscando las comillas angulares que nunca aprendí a usar. El cursor parpadea como un ojo moribundo mientras mi cerebro se desintegra, procesando cuarenta años de comillas inglesas mal usadas que ahora se sienten como vidrio molido en mi garganta.

¿Sabés lo que es descubrir que toda tu vida estuviste escribiendo como un salvaje? Que cada vez que puse comillas inglesas en lugar de las latinas estaba mutilando el idioma de Cervantes, arrancándole pedazos de carne a la gramática española como un carnicero amateur.

Y lo peor es que yo, cobarde lingüístico, siempre evité las comillas porque me daban pánico. Prefería reescribir párrafos enteros antes que decidir dónde ponerlas. Soy un escritor que camina desnudo por la puntuación, temblando de frío, rogando que nadie note mi ignorancia.

Se me ocurrió algo llamativo: estamos preocupándonos por la jerarquía de las comillas mientras que afuera de Substack la gente confunde «haber» con «a ver», «ahí voy» con «hay voy», usa puntos suspensivos como si fueran sangre goteando de una herida, y masacra las tildes con la precisión de un psicópata.

A veces, pienso que estoy en un quirófano aprendiendo cirugía estética mientras el paciente se desangra por una herida en el cuello.

Pero me encanta. Me encanta este dolor hermoso de descubrir que todo lo que creía saber era una mentira. Ahora cada vez que vea comillas inglesas mal usadas, voy a sentir cómo se me retuerce algo adentro, como lombrices bajo la piel.

Gracias por arruinarme para siempre. Mi Substack nunca volverá a ser el mismo.

Expand full comment